En una planta de confitería, Tama Aernova instaló un filtro de mangas Pulco Air certificado ATEX para garantizar la seguridad, la continuidad operativa y la tranquilidad a largo plazo.

Lo que huele a dulce puede esconder un peligro

Al ingresar a una planta de producción de dulces, te envuelve el aroma del cacao, el perfume del azúcar glas.
Una experiencia que evoca calidad, hogar y tradición.

Pero detrás de esa imagen acogedora, se esconde un riesgo industrial importante.

Los polvos alimentarios —especialmente el azúcar y el cacao—, en determinadas condiciones, se comportan como polvos combustibles.
Solo hace falta oxígeno, dispersión en el aire, un espacio cerrado y una chispa para provocar una explosión.

Y no es una hipótesis.
Ya ha ocurrido.

En 2008, la refinería Imperial Sugar en Estados Unidos fue destruida por una explosión de polvo de azúcar.
Murieron 14 personas y decenas resultaron heridas.
La causa: acumulación de polvo, mantenimiento deficiente y una fuente de ignición mínima, probablemente una descarga electrostática.

Ese caso se convirtió en un referente mundial.
Aun así, hoy en día, muchas instalaciones siguen sin considerar seriamente este tipo de riesgo.

 

Cuando los polvos alimentarios se convierten en combustible

En una empresa del sector alimentario, el mezclado de ingredientes en polvo generaba una alta concentración de partículas combustibles, principalmente de azúcar y cacao.
Estas se acumulaban rápidamente en los conductos, generando una atmósfera clasificada como Zona ATEX 22.

¿Por qué es tan peligroso?

Porque el problema no es solo la sustancia, sino su comportamiento durante el proceso.

Estos son los factores que vuelven tan explosivo al polvo alimentario:

  • Partículas muy finas (< 420 µm) → alta superficie específica, combustión rápida
  • Composición orgánica → actúa como combustible
  • Dispersión en el aire → cada partícula está rodeada de oxígeno
  • Espacios confinados → si se produce ignición, hay riesgo de explosión por sobrepresión

En otras palabras:
POLVO + AIRE + DISPERSIÓN + IGNICIÓN + ESPACIO CONFINADO = EXPLOSIÓN

Nuestra solución: seguridad diseñada al detalle

Para reducir el riesgo y garantizar la continuidad del proceso, diseñamos e instalamos un sistema de filtración Pulco Air con filtro de mangas ATEX, que incluye:

  • Elementos filtrantes antielectrostáticos y aptos para uso alimentario
  • Estructura de acero inoxidable pulido, diseñada para minimizar la acumulación de polvo
  • Sistema automático de limpieza por aire comprimido (pulse-jet)
  • Accesos rápidos para mantenimiento seguro

Resultados tras tres meses de funcionamiento continuo:

  • Sin obstrucciones
  • Flujo de aire constante
  • Instalación certificada para Zona ATEX 22

Principales dato del Proyecto

Aplicación:

Extracción de polvo agroalimentario

Capacidad de flujo de  aire:

 11.000 m3/h

Tipo de filtro:

 Filtros de mangas ATEX

Ubicación:

 Egipto

 

¿Qué instalamos?

Un sistema de filtración completamente a medida, que incluye:

  • Filtros de mangas ATEX en acero inoxidable para mezcladores y estaciones de carga
  • Captación localizada mediante brazos articulados y campanas de aspiración
  • Atrapachispas y válvulas de alivio de presión

Todo integrado perfectamente en la línea de producción, sin interrupciones del proceso.

 

La seguridad alimentaria empieza con la filtración

En entornos como la confitería o la panificación industrial, es fácil subestimar el papel de la filtración.
Pero donde hay azúcar –y cacao– hay polvo. Y donde hay polvo, hay riesgo.

En Tama Aernova creemos que la filtración no es un accesorio.
Es una parte esencial de cualquier proceso de producción responsable.

Una solución bien diseñada no solo mantiene limpio el equipo.


Protege a las personas. A los productos. Al futuro.

 

¿Trabajas en la industria alimentaria?

Diseñemos juntos el sistema de filtración más adecuado para tu instalación.
Te ayudamos a transformar riesgos invisibles en fiabilidad a largo plazo.

Contacta con Tama Aernova. Tu proceso merece una solución segura.